Eficiencia hoy. Energía para mañana.
El uso inteligente de la energía asegura los recursos necesarios para una vida confortable y, al mismo tiempo, reduce el impacto ambiental.
Desde los sectores productivos hasta los hogares más humildes, todos se benefician haciendo un uso racional de la energía eléctrica. Por otra parte, los principios de seguridad en las instalaciones eléctricas contribuyen a mantener instalaciones eficientes mientras evitan que la electricidad se transforme en un elemento de riesgo.
El consumo selectivo y responsable de la energía permite importantes reducciones en las facturas del servicio, además de proteger el equipamiento industrial y del hogar, y asegurar la calidad de vida de quienes la necesitan.
Pero no se trata sólo de un beneficio individual. El menor consumo eléctrico contribuye a disminuir la generación térmica, cuyas características técnicas provocan importantes emisiones de dióxido de carbono, responsable de contribuir el llamado “efecto invernadero”.
Por todo esto, en EPEC apoyamos la difusión de ideas y principios eficientes, convencidos de que éste es el camino para asegurar un mundo pleno de recursos a las generaciones futuras.
¿Qué significa ser eficiente?
Un simple ahorro implicaría limitar el uso de la energía que necesitamos.
La eficiencia energética no propone dejar de utilizar electrodomésticos, estar en penumbras o apagar el aire acondicionado si el clima es extremo. Por el contrario, aporta ideas para optimizar los recursos energéticos y de esta manera, seguir disfrutando de sus beneficios en el futuro.
¿Por qué usar racionalmente la energía eléctrica?
- Porque el mejor uso reduce el importe en las facturas del servicio, lo que significa un notable beneficio económico.
- Porque ayuda a preservar el ambiente. El menor consumo de energía disminuye el requerimiento de combustibles fósiles utilizados para generar energía eléctrica, disminuyendo las emisiones contaminantes al medio ambiente, lo que reduce el efecto invernadero.